La educación artística cada vez está más presente en la escuela. Es una actividad pedagógica muy enriquecedora y multidisciplinar, sobre todo si se entienden las artes como una metodología. Una metodología abierta, donde la imaginación ilimitada es un plus, donde se consideran las múltiples perspectivas, donde no existe una única solución ni una única manera de hacer ni de resolver, es en sí la manera de pensar de los artistas durante sus procesos de creación. 

Desde el Atelier intentamos aplicar esa metodología propia de los artistas y enseñar a los alumnos cómo poder aplicarla al fomentar el desarrollo del pensamiento artístico.

En la historia de las artes vemos cómo se han tratado un sin fin de temáticas y problemáticas, al igual que ocurre ahora. Gracias a la obra de muchos artistas contemporáneos podemos ver cómo el arte es un campo abierto desde el que abordar la realidad y los temas importantes, de relevancia, tanto a nivel local como global y cultural.

Uno de esos temas es sin duda la igualdad y la diversidad de las personas. Existe la necesidad de aprender a vivir y convivir en un mundo global. De apreciar las diferencias culturales, de raza y beneficiarnos de ellas. Es el respeto hacia los demás, independientemente de su país de origen, su nivel socioeconómico y sus creencias. Es aprender a valorar la interrelación entre culturas. 

Para introducir nuestro proyecto sobre igualdad y diversidad hemos tomado como referencia la obra fotográfica “humanae” de la artista Angelica Dass. En ella, plantea una “reflexión directa sobre el color de la piel, tratando de documentar los verdaderos colores de la humanidad en lugar de las falsas etiquetas “blanco”, “rojo”, “negro” y “amarillo” asociadas a la raza. Es un proyecto en constante evolución que busca demostrar que lo que define al ser humano es su ineludible singularidad y, por lo tanto, su diversidad” https://angelicadass.com/es/fotografia/humanae/

Su obra nos ha permitido situarnos ante una problemática que afecta a la sociedad, hablar sobre ello y expresarnos. 

La propuesta plástica realizada aborda la singularidad de cada alumno, lo diferentes que son todos, la diversidad dentro del aula y del curso, a la vez que, resaltar la igualdad de valía y reconocer que lo  importante no es cómo nos vemos sino cómo somos por dentro.

Para ello, han realizado el dibujo de su autoretrato, observándose en un espejo para luego pintarlo atendiendo a los tonos de su piel. Cada uno de los retratos forman parte de una obra global, en la que han participado todos los alumnos de P4 y P5, es una gran carta de color, de tonos de piel que componen una pieza única. Las cartas llevan un mismo nombre que han escogido y que los engloba y define a todos, donde solo cambia un número de referencia. Nos habla de armonía, de igualdad entre personas, de que todos convivimos y somos miembros de una misma sociedad en la que todos aportamos, independientemente del aspecto exterior que tengamos.