El juego como práctica educativa, práctica que envuelve componentes esenciales para el desarrollo integral del niño tales como autonomía, convivencia en valores, emociones, resilencia, sociabilidad y creatividad entre otras.
Se plantea el juego de conectar líneas a partir de “cartas” en positivo y negativo creadas por ellos mismos. La conexión de líneas y la progresiva construcción y transformación de la imagen funciona como elemento sugerente para crear su propio universo imaginado. La idea no es novedosa en sí, todos en algún momento hemos jugado a imaginar con las formas por ejemplo de las nubes, pero lo que sí se incorpora como novedad es fabricar su propio material de juego, así como, la propia gestión del juego y llevarlo a cabo en un espacio diferente al del habitual del aula.