Documentar como instrumento de aprendizaje
Huellas de una escucha visible. Una observación y una escucha atenta como forma de acercarnos al niño en su día a día, siguiendo sus huellas y rastros, como forma de documentar el proceso creativo de sus aprendizajes.
Os queremos hacer partícipes de la documentación que día a día desde el atelier estamos llevando a cabo a partir de los diferentes trabajos artísticos que se generan en los espacios diseñados para que los diferentes lenguajes que el niño utiliza para comunicarse se empleen, confluyan, se integren y se interelacionen complementándose unos a otros.
La documentación nos ayuda a entender los procesos de aprendizaje en los que nuestros alumnos se ven inmersos y aprender a valorar los diferentes lenguajes que emplean (los saltos, las sonrisas, el habla, los colores, los silencios, lo construido, el dibujo, la superposición, lo tapado, los trazos, el transformar, el estirar, cambiar, tirar…).
Loris Malaguzzi, fundador de la metodología de Reggio Emilia, nos explica con su teoría de los cien lenguajes del niño que los 100 lenguajes nos reproducen distintas maneras y modos de pensar, de expresar y comunicar el pensamiento. Los niños tienen 100 maneras de expresarnos como ven ellos el mundo y no debemos quedarnos solo con lo que nos expresan con la palabra.
Hay que favorecer y aprender a reconocerlos porque, además de dar valor a aquello que el niño hace y expresa, es un medio muy enriquecedor para el docente como herramienta autoevaluativa, de cómo se propician las situaciones de aprendizaje y de guía de las mismas.
La documentación supone una recogida de datos concretos: informaciones sobre el trabajo y su proceso, preguntas, observaciones y opiniones bien a través de fotos, vídeos, recogida de sus palabras textuales y explicaciones.
Valiéndonos de la literatura existente en este campo hemos denominado al conjunto y a cada trabajo de documentación con el término de huellas de una escucha visible, denominación un tanto poética que cumple con un objetivo más práctico como es el análisis de esos datos concretos con el fin de fomentar la mejora en el aprendizaje. El hecho de documentar provoca un análisis tanto para los propios alumnos, al poder recapitular aquello que han hecho e incluso les lleva en algunos casos a replanteárselo, como a los docentes como medio de autoevaluación propiciando con ello la toma de decisiones que ayuden a mejorar los aprendizajes actuales y futuros.