Uno de los espacios de trabajo del estudio está especialmente dedicado a la creatividad. Dependiendo de la edad las alumnas se encuentran con retos fantásticos, Analizan el problema, desarrollan una solución y crean un prototipo con materiales diversos. 

En este caso las alumnas de tercero tienen un reto muy básico; Descubrir formas de ensamblar el cartón y el papel sin usar celo o pegamento. Eso les obliga a conocer bien sus características y posibilidades. Dialogar con los materiales, y al tocarlos y  escucharlos se activa el pensamiento creativo. Un pensamiento que acompaña todo el proceso y que generosamente nos comparte esta niña en su trabajo. Observa, analiza, revisa, supera obstáculos rediseña y conecta emocionalmente con su creación hasta compartirla con todos nosotros. 

Me ayuda mucho escucharla, a ella y a tantos alumnos que compartiendo su pensamiento me enseñan a valorar y respetar el proceso creativo, mas allá del producto final.

Con todo el corazón, gracias.