Cada pincelada habla. Así lo hemos visto durante el rato de observación de la obra de varios artistas.
Cuanto más miramos más descubrimos. Detrás de cada color, cada línea, cada forma.
Ahora al mirarnos al espejo, vemos un poco más. Yo también tengo líneas, colores, sombras, y mi rostro habla de mí, de cómo me siento, de cómo me muestro.
Sobre la mesa del Studio encontramos estos bastidores para hacer nuestro autorretrato, voy a pintar los ojos y la nariz, pero también las emociones que me abordan. Los miedos, la sorpresa, mis recuerdos alegres…
Hoy hemos visto que un retrato es mucho más que un dibujo de la cara. Y yo, quiero hacer el mío.